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Resultados:

N-acetilcisteína (NAC): efectividad en el tratamiento de COVID-19.

NAC es un fármaco mucolítico para enfermedades respiratorias crónicas. Perfil de seguridad bien establecido. Uso por vía oral a dosis de 600 mg / día como mucolítico.

Entorno hospitalario: uso como antídoto para la sobredosis de paracetamol (formulación IV a dosis de hasta 150 mg / kg). En formato nebulizado en pacientes con enfermedad broncopulmonar aguda (neumonía, bronquitis, traqueobronquitis). In vitro, los derivados de cisteína actúan rompiendo puentes disulfuro entre macromoléculas, lo que conduce a una reducción en la viscosidad del moco.

A dosis más altas (≥1200 mg), actúa como antioxidante (síntesis de glutatión). Esto reduce la formación de citocinas proinflamatorias, como IL-9 y TNF-α, y también tiene propiedades vasodilatadoras al aumentar los niveles de GMP cíclicos y al contribuir a la regeneración del factor relajante derivado del endotelio. Este potencial mecanismo antioxidante es el que ha despertado interés con la actual pandemia de COVID-19 y si esto podría ser útil en entornos comunitarios.

NAC y sus propiedades antioxidantes

Con base en una serie de casos pequeños (n = 198), los pacientes con COVID-19 tuvieron un aumento de los niveles de glutatión reductasa (GR) en alrededor del 40% de los pacientes con COVID-19.

Los experimentos in vitro e in vivo muestran que NAC aumenta los niveles de GSH que reducen la carga viral al inhibir la replicación viral de varios virus por ejemplo, gripe A (H3N2 y H5N1). Sin embargo, estos modelos sugieren que cualquier eficacia terapéutica (efecto protector débil o nulo en algunos modelos) de NAC probablemente dependerá de la cepa.

Datos limitados de ensayos clínicos para justificar su uso en COVID-19

La mayoría de los estudios clínicos en los que se ha utilizado NAC tienden a centrarse en su uso como mucolítico.

Evidencia como antioxidante contra la influenza y otras infecciones virales agudas del tracto respiratorio: limitada y se relaciona con pequeños ensayos clínicos aislados.

Un ECA (n = 262) mostró que NAC (600 mg dos veces al día durante 6 meses) atenuó la gravedad (autoinformada) de la gripe (virus A / H1N1) y episodios similares a la gripe (evaluados por la duración de tiempo en la cama), particularmente en personas mayores de alto riesgo, en comparación con placebo. No se describieron muertes ni casos de hospitalización en ninguno de los grupos.

En un ECA en China (n = 39) con pacientes hospitalizados con neumonía adquirida en la comunidad, la adición de altas dosis de NAC (1200 mg / día durante 10 días) a la atención habitual sugirió una mejora en los parámetros de estrés oxidativo, factores inflamatorios pero no radiológicos. No se informaron resultados clínicos.

 

Conclusiones:

Los datos preclínicos sugieren que la NAC y sus propiedades antioxidantes pueden tener un uso en la terapia y / o prevención de infecciones respiratorias virales agudas, incluida la influenza. Sin embargo, es probable que la eficacia terapéutica de NAC sea dependiente de la cepa.

La evidencia de ensayos clínicos para el uso de NAC como antioxidante en la gripe y otras infecciones virales agudas del tracto respiratorio es muy limitada.

No encontramos ninguna evidencia específica para el uso de N-acetilcisteína frente a COVID.

 

Referencias bibliográficas:

https://www.cebm.net/covid-19/n-acetylcysteine-a-rapid-review-of-the-evidence-for-effectiveness-in-treating-covid-19/