SINGAPUR, ESTADOS UNIDOS, RUSIA

Resultados:

Estudio que trabaja con inteligencia artifical.

El virión coronavirus contiene cuatro proteínas estructurales principales: la proteína espiga (S), la proteína nucleocápside (N), la proteína de membrana (M) y la proteína de envoltura (E). Estas proteínas son necesarias para la producción de una partícula viral estructuralmente completa.

La proteína M se eligió porque es una proteína transmembrana principal que se encuentra en grandes cantidades en el virión. La proteína N también es importante ya que se ha demostrado que una alteración en la capa interna está asociada con el modo de infección y virulencia en otros virus.

Se tiene en cuenta el porcentaje de las alteraciones intrínsecas (PAI). Se define como el número de residuos que se prevé que estén desordenados dividido por el número total de residuos en la proteína analizada. Proteína N: modo de transmisión. Se dividen en tres grupos: categoría A (virus con mayor capacidad de transmisión respiratoria y menor potencial fecal-oral), categoría B (virus con capacidad de transmisión respiratoria y fecal-oral intermedia) y categoría C (transmisión respiratoria inferior).

Ubican a COVID-19 en la categoría B (N PID = 48%). Proteína M: resitencia del virus en un medio hostil. Describen a COVID-19 como un coronavirus con la capa externa más dura entre los demás coronavirus. Los virus que permanecen en entornos hostiles requieren cápsulas menos desordenados para sobrevivir. (M PID = 6%).

La cubierta externa más dura proporciona mayor resistencia al virus al exterior del cuerpo y a la presencia de enzimas digestivas que se encuentran en la saliva, la mucosidad y otros fluidos corporales. Como resultado, el virus con la capa externa más dura puede permanecer activo durante más tiempo y, por lo tanto, se requiere un menor número de partículas virales para tener la oportunidad de infectar a alguien. Además, debido a que el virus es más resistente a las enzimas digestivas en los fluidos corporales, es probable que un cuerpo infectado descargue más partículas infecciosas.

 

Conclusiones:

Por los datos observados, COVID-19 se ubica dentro de la categoría de CoV que tienen niveles intermedios de potenciales de transmisión respiratoria y fecal-oral, junto con SARS-CoV y PEDV. Además, cuenta con una de las capas exteriores más duras entre la mayoría de los CoV. Es probable que esta peculiaridad sea responsable de su alto nivel de contagio, ya que la dureza de su capa externa podría proporcionar al virus una mayor resistencia a las condiciones fuera del cuerpo y en el fluido corporal.

Como resultado, es probable que el cuerpo infectado pueda eliminar más partículas infecciosas que tienen una mayor probabilidad de infectar a una persona a lo largo de su vida.

 

Referencias bibliográficas:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32244041