ESTADOS UNIDOS
Resultados:
Se han examinado 21 estudios realizados en laboratorios en los que se revisaron modelos de mascarillas con respirador (válvula) N95.
Los estudios disponibles apoyan extender el uso de la mascarilla N95 en vez de reusarla porque:
El riesgo de transferencia de patógenos reportado por los N95 es alto por contacto (ponerse y quitarse la mascarilla) pero bajo por aerosol (se propaga al respirar a través de una máscara usada).
El uso de máscaras quirúrgicas o mascaras desechables similares sobre el N95 durante el uso prolongado es poco probable que produzca efectos adversos significativos.
Fallo mecánico (por ejemplo, correas rotas, y sellado deficiente entre la máscara y la cara del usuario) fue habitual con solo unas pocas reutilizaciones en las mascarillas N95.
Los métodos de desinfección comúnmente efectivos pueden lograr una desinfección adecuada, con alguna pérdida de rendimiento del filtro.
Limitaciones:
Los estudios de laboratorio pueden no reflejar riesgos y resultados en entornos clínicos reales.
La mayoría de los hallazgos se informaron en estudios individuales y es posible que no se puedan generalizar completamente entre los diferentes modelos de mascarillas N95.
Los resultados variaron significativamente entre los métodos de limpieza y los modelos N95 y, por lo tanto, necesitan más estudios para su validación.
Conclusiones:
La limitada evidencia en el laboratorio respalda el extender el uso prolongado sobre la reutilización de las mascarillas con respirador N95 porque, los N95 pueden propagar fácilmente la infección al tacto cuando se colocan y se quitan y además son propensos a fallos mecánicas tras la reutilización.
La descontaminación de las mascarillas con respirador N95 por vapor, desinfectantes (por ejemplo, lejía, vapor de peróxido de hidrógeno) o irradiación germicida ultravioleta (UVGI) puede ser segura y efectiva en algunos entornos, pero cada método debe probarse en cada modelo porque los materiales de las mascarillas varían.
Referencias bibliográficas: